Album: ni es lo mismo ni es igualel niagara en bicicletaMe dio una sirimba, un domingo en la mañana, cuando menos lo pensaba.
Caí redondo, como una guanábana, sobre la alcantarilla.
Será la presión o me ha subido la bilirrubina.
Y me entró la calentura y me fui poniendo blanco como bola de naftalina.
Me llevaron a un hospital de gente (supuestamente).
En la Emergencia, el recepcionista escuchaba la lotería (¡treinta mil pesos!)
"¡Alguien se apiade de mí!", grité perdiendo el sentido,
y una enfermera se acercó a mi oreja y me dijo: "Tranquilo, Bobby, tranquilo".
Me acarició con sus manos de Ben-Gay y me dijo: "¿Qué le pasa, atleta?"
y le conté con lujo de detalles lo que me había sucedido.
"Hay que chequearte la presión pero la sala está ocupada y, mi querido,
en este hospital no hay luz para un electrocardiograma."
Abrí los ojos como luna llena y me agarré la cabeza,
porque es muy duro pasar el Niágara en bicicleta.
CORO No me digan que los médicos se fueron.
No me digan que no tienen anestesia.
No me digan que el alcohol se lo bebieron
y que el hilo de coser fue bordado en un mantel.
No me digan que las pinzas se perdieron,
que el estetoscopio está de fiesta,
que los rayos X se fundieron,
y que el suero ya se usó para endulzar el café.
Me apoyé en sus hombros como un cojo a su muleta
y le dije: "¿Qué hago, princesa?".
Y en un papel de receta me escribió muy dulcemente:
(mi princesa, ¿qué va a ser de mí?, uh...) "Lo siento, atleta".
Me acarició con sus manos de Ben-Gay y siguió su destino.
Y oí claramente cuando dijo a otro paciente: "Tranquilo, Bobby, tranquilo".
Bajé los ojos a media asta y me agarré la cabeza
porque es muy duro pasar el Niágara en bicicleta.
CORO
No me digan que me va cayendo
de tanto dolor
no me digan que las aspirinas
cambian de color
No me digan que me van pariendo
que le falta amor
no me digan que le está latiendo, oh no...